SEGOVIA SIEMPRE

Cada vez que vuelvo a ésta ciudad, que es la mía, tengo la misma sensación: la de que no ha pasado el tiempo y que Segovia y yo somos los de siempre, a pesar de los muchos años transcurridos.

Cuando paso debajo del Acueducto experimento idéntico sentimiento a cuando era una niña: me siento pequeña, muy pequeña, y a la vez algo parecido al orgullo, como si yo también hubiera sido partícipe de ésta obra maravillosa, como si fuera un poco mía.

Cuando miro-admiro (no puedo mirarlos sin admirarlos), el Alcázar, la Muralla, la Catedral, o paseo por la Alameda del Parral en la ribera del río, por sus estrechas callejuelas, por sus plazas recoletas habitadas por viejos caserones, siento que ésta ciudad reúne para mí todas las bellezas y todos los encantos posibles, que forma parte de mis raíces de tal manera que no logro imaginar mi vida sin Segovia.

Cuando escucho las viejas campanas de sus iglesias que suenan en las frescas mañanas o en las doradas tardes, llamando a celebraciones religiosas y a devociones enraizadas en la cultura de esta vieja y sabia ciudad, me parece retroceder en el tiempo, de la mano de ese sonido que se sigue produciendo exactamente igual que cuando yo era una niña.

Tendiendo mi mirada hacia la sierra, sigo deteniéndome en la sugerente silueta que tanto me atraía en mi niñez por la carga de magia y misterio que llevaba aquella leyenda de “La Mujer Muerta”. Deslizo mi vista por la suave curva de su maternal vientre y, de nuevo, me parece que el tiempo no ha pasado y que soy aquella pequeña escolar que se detenía todos los días en el mirador de la Canaleja, atraída por la fascinación que sobre mi ejercía aquella fantástica historia, para comprobar que seguía allí, tendida, inmutable, y continuar después, Calle Real abajo, camino de mi casa.

Segovia presente o ausente, pero ahí, siempre ahí, en el centro mismo de mi esencia como persona, metida profundamente en ese rincón que todos llevamos dentro, y que algunos llaman “almario”, junto con los recuerdos más queridos de mi infancia, de mi familia, formando un bloque de sentimientos y sensaciones que siempre me han acompañado a lo largo de mi vida, estuviera donde estuviera. Segovia cerca o lejos, pero siempre en mí. Segovia siempre.

Entradas populares

Imagen