Correr la merienda
En ésta Villa de Coca, es tradición ancestral
que en el Lunes de la Pascua, se junten a merendar
amigos y familiares, reunidos en el pinar.
Las tortillas, las chuletas, son delicioso manjar,
que degustan todos juntos en agradable hermandad.
“Correr merienda” se llama a ésta reunión familiar,
y eso de “correr” a veces se convierte en literal,
si un chaparrón les sorprende en la mitad del yantar,
que en la loca primavera eso se puede esperar.
El monte viste de fiesta en la tarde popular,
y la gente, feliz vive ésta jornada especial,
bajo el manto de los pinos que cubren “El Cantosal”,
y allá abajo entre los árboles, destaca espectacular,
ese Castillo tan nuestro, de belleza singular.
Es costumbre que, arraigada, nunca la podrá olvidar
el caucense que está ausente, y lejos la añorará,
¡.Disfrute la buena gente!, que da gloria contemplar
como sigue la costumbre de ir al monte a merendar
como hicieron sus abuelos hace muchos años ya.
que en el Lunes de la Pascua, se junten a merendar
amigos y familiares, reunidos en el pinar.
Las tortillas, las chuletas, son delicioso manjar,
que degustan todos juntos en agradable hermandad.
“Correr merienda” se llama a ésta reunión familiar,
y eso de “correr” a veces se convierte en literal,
si un chaparrón les sorprende en la mitad del yantar,
que en la loca primavera eso se puede esperar.
El monte viste de fiesta en la tarde popular,
y la gente, feliz vive ésta jornada especial,
bajo el manto de los pinos que cubren “El Cantosal”,
y allá abajo entre los árboles, destaca espectacular,
ese Castillo tan nuestro, de belleza singular.
Es costumbre que, arraigada, nunca la podrá olvidar
el caucense que está ausente, y lejos la añorará,
¡.Disfrute la buena gente!, que da gloria contemplar
como sigue la costumbre de ir al monte a merendar
como hicieron sus abuelos hace muchos años ya.