LA PUERTA DE SAN CEBRIÁN


La muralla de Segovia sigue el contorno de la gran roca que cimenta la ciudad. Tiene un trazado de 2.500 metros de longitud y se remonta a los tiempos de la reconquista de Segovia, en los finales del siglo XI. De las siete puertas que se abrían en ella, solo se conservan las de San Cebrián, la de Santiago y la de San Andrés. Las fotografías corresponden a la de San Cebrián, que se abre al valle del Eresma. A su lado podemos ver una cruz de piedra que está situada sobre un peñasco, y que fue alzada en el siglo XVI. Esta hermosa zona de Segovia, de una gran belleza, constituye un gozo para el paseante que, mire donde mire, puede disfrutar de rincones de gran encanto.

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