A VISTA DE PÁJARO
El paraje que conocemos como “Las
Lastras” es una atalaya desde donde se puede contemplar la ciudad y la sierra
con un punto de vista privilegiado.
En las primeras horas de la
mañana, y bajo un cielo diferente, ya azul, ya cubierto de nubes rosadas, o a
veces envuelto en una sutil neblina,
Segovia se nos muestra como dormida y silenciosa. Silencio que a veces se rompe
con el tañer de las campanas de sus iglesias que llaman a las primeras misas, y
en ocasiones con el sonido majestuoso y catedralicio de su primer templo, que
se queda vibrando en el aire fresco y limpio.
A veces los sábados, cuando el
tiempo está despejado, la rutina diaria de pasear el perro se convierte en algo
ameno y un punto emocionante, cuando el horizonte se puebla con los globos que
se elevan buscando la deriva adecuada para recorrer a vista de pájaro nuestra
preciosa ciudad, y algunos las rutas de la sierra.
En algunas ocasiones, dependiendo
del viento obviamente, esa maniobra es fácil y rápida, y en otras, requiere el
concurso del gas que les sirve de combustible, produciendo un ruido que
sorprende al perro, que busca expectante con la vista su procedencia.
¡Que bonita estará Segovia desde
ahí arriba!